El acercamiento a la dimensión espiritual del desarrollo humano está inspirada en el pensamiento cristiano y fundamentado en la persona de Jesús de Nazareth, partiendo de un respeto máximo a otras posturas creyentes o no, pero si ofreciendo una lectura que teniendo sus fundamentos en “otras” culturas, también tiene su correlato en las reflexiones teológicas nacidas en América Latina y ampliadas en sus miras a los pobladores de los llamados países tercermundistas, en donde las perspectivas de liberación y descolonización, pasan por una mirada crítica a la realidad con el fin de que un ofrecimiento desde una mirada de la espiritualidad genere caminos que puedan ser respuesta al cambio en el orden de una sociedad más justa y equitativa.